Hoy se celebra el Día Mundial de la Eficiencia Energética con la finalidad de reflexionar, así como también, crear conciencia de la importancia del uso racional de la energía.
Uno de los aspectos en los que se concreta la sostenibilidad en arquitectura es la minimización del impacto negativo de los edificios a través del tratamiento eficiente de la energía.
La Directiva 2010/31/UE, relativa a la eficiencia energética de los edificios, exige que toda obra nueva se construya bajo los estándares de consumo energético casi nulo.
Un edificio de consumo de energía casi nulo es aquel cuyo nivel de eficiencia energética se considera muy alto, y en el que la cantidad de energía requerida es muy baja y está cubierta, en muy amplia medida, por fuentes renovables, producida in situ o en el entorno.
Se consideran energías renovables la energía solar térmica, la fotovoltaica, la aerotermia y la energía de biomasa.
La energía solar térmica consiste en el aprovechamiento de la energía solar para producir calor para la producción de agua caliente destinada al consumo de agua doméstico y a la climatización (profucción de calor o frío).
La energía fotovoltáica es aquella que se obtiene al convertir la luz solar en electricidad empleando una tecnología basada en el efecto fotoeléctrico.
La aerotermia es una tecnología que se basa en la extracción de energía del aire para la producción de agua caliente y climatización.
La energía de biomasa es la que se produce mediante la quema de materia orgánica, fundamentalmente madera y deshechos vegetales.
A título de ejemplo os proponemos nuestra casa “J” cuya construcción estamos finalizando en Gandia. En esta vivienda hemos resuelto la generación de agua caliente y la climatización mediante aerotermia con tecnología de bomba de calor aire-agua con un equipo EFI (http://efitherma.com/). Se ha instalado un grupo térmico de condensación a gas ComfortLine CGS-2L Wolf con acumulador estratificado para apoyo en la producción de agua caliente y calefacción.
